lunes, 24 de octubre de 2016

Crónica VI Marcha Cueva del Gato

El pasado sábado 15 de noviembre se celebró en la localidad malagueña de Benaoján, una nueva edición de la Marcha Cueva del Gato. Van ya por la VI edición, aunque para mi ha sido la primera.

El recorrido de la modalidad larga (43.5 km), que fue en la que participé, se trataba de un recorrido circular con salida y llegada en Benaoján, pasando por pueblos como Cortes de la Frontera, Jimena de Líbar, entre otros, con un desnivel acumulado de 2.500 m.




Antes de que saliera sol ya estábamos recogiendo los dorsales, así que hicimos tiempo para tomar algo caliente antes de la salida y preparar la mochila, etc., etc. 20 minutos antes, nos colocamos en el cajón de salida, un callejón estrecho donde era imposible avanzar hacía delante, así que aprovechamos para sacarnos las fotos de rigor.

A las 9:00 de la mañana se dio la salida a ambas pruebas (la corta y la larga). Ambas modalidades compartían el primer y último tramos. Los primeros metros por Benaoján fueron a paso lento, si no andando, debido a la multitud de participantes. Todo para arriba hasta salir del pueblo, para a continuación seguir con unos 5.5 - 6 km de constante subida por el monte, en fila india y sin poder adelantar, ya que el sendero, la multitud y el desnivel no lo permitían, así que tocaba guardar fuerzas hasta mejor momento. Finalizado el primer ascenso, nos separaban hacia la izquierda a aquellos que participábamos en la modalidad larga. Comenzaba una baja técnica, con no mucha pendiente pero que ayudaba a avivar la marcha, por un sendero muy estrecho y salpicado de bloques de piedra, hasta llegar a un claro. Comenzaba así un nuevo tramo con perfil completamente plano que se prestaba al trote y porqué no decirlo, mejorar la media por km ya que para la primera subida tuve que emplear prácticamente una hora.


Buenas sensaciones hasta ese momento, pero siempre con la cabeza fría puesto que apenas llevábamos 20 km recorridos.  Estaba en el ecuador de la carrera y como se suele decir en el argot taurino, hasta el rabo todo es toro. De aquí en adelante empezó a notarse el sol. Muchos de los tramos me recordaron mi paso por el UTSB de hace un par de años, como por ejemplo el tramo junto a la vía del tren y el río a su paso por Estación de Cortes. Tengo que reconocer que durante algunos minutos me vino a la mente lo duro que fue aquello, nada comparable con cualquier otra cosa que haya corrido hasta este momento.


Como decía, muchos tramos de toboganes o "sube y baja" como me gusta llamarlos a mí. Sobre el km treinta y poco , empecé a notar molestias de estómago. Sí, otra vez, como en el Ultra Sierra de Líbar de 2.015 y en los 101 de este año, en el que en este último me tuve que retirar por dicho motivo en el km 50. Eso sería sobre los kms 30-35 y ya no desaparecían, así que tocaba sufrir hasta el final. Quizás prueba la próxima vez tomando un protector de estómago antes de comenzar una prueba de larga distancia, a ver que resultados da.


Así que con estas llegamos a la Cueva del Gato, primera vez que pasaba por allí. Precioso, no puedo decir otra cosa, creo que tendré que volver por allí pero esta vez de relax y para pasar el día. Justo a su derecha comenzaba otra subida, ya no tan larga como la del comienzo pero con más desnivel. O eso fue lo que me pareció a mí. Cierto es también que ya llevaba casi 40 kms en las piernas. En pleno ascenso alcancé a dos compañeros de club con los que venía, ya desde ahí bajada disfrutando de lo poco que me quedaba y sabiendo que la meta estaba muy cerca. Por último entrada en el pueblo animado por los aplausos de las gentes de los locales y demás participantes. Justo al entrar me colocaron la medalla por haber completado el recorrido. Uno ya sabe que no ha ganado nada, pero da igual, estos detalles se agradecen. Y además, que te hacen sentir genial, porqué no decirlo.


Y esto es todo, prueba muy bien organizada, que discurre (salvo algún tramos pestoso) por lugares dignos de ver. Por cosas como éstas me gusta cada vez más hacer trail.