Siendo como lo es una prenda no muy gruesa, puedo afirmar que mantiene el calor lo suficiente como para salir a correr a última hora de la tarde/noche sin nada debajo (teniendo en cuenta la latitud por la que te muevas, claro está). Además, presenta una transpiración correcta, sin perder de vista que no deja de ser una prenda de abrigo y no un cortavientos.
De corte ceñido, tacto afelpado y realizado con materiales elásticos y reciclables, las zonas grises de los costados y axilas están hechas de un tejido enrejillado para favorecer la transpiración. Cuentan con dos bolsillos de cremallera a los lados, así como otro más en el puño de la manga derecha. No es muy grande, la verdad. Tampoco lo veo necesario para la zona donde se aloja, aunque puedo decir que sirve para guardar cualquier objeto de tamaño pequeño, como una llave o alguna tarjeta.
El cuello es alto, y la cremallera, como se puede apreciar en la foto de arriba, permite una rápida abertura y la entrada de aire cada vez que lo necesitemos según convenga. Además cuenta con algunos elementos reflectantes para que seamos vistos en caso de baja luminosidad. Por último, un detalle bastante práctico a mi parecer: las mangas cuenta con un ojal por donde puedes meter el dedo, de forma que queda cubierta la mitad del puño de la mano y al mismo tiempo evita que la manga pueda retraerse.
En conclusión, una prenda muy adecuada como segunda capa que junto a una camiseta de manga corta/larga de tacto fino, te mantendrá el cuerpo caliente siempre y cuando hablemos de temperaturas no muy frías. De hecho muy probablemente sea la prenda que me acompañe durante las horas de noche en los próximos 101 Km de Ronda de este año.
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