martes, 3 de febrero de 2009

Crónica de la XXVI Media Maratón "La cal y el olivo"

El sábado ya anunciaban fuertes vientos y abundante lluvia para todo el domingo, de hecho se había declarado alerta naranja. A eso de las 6 de la mañana me despertó el ruido del aguacero que estaba cayendo en Lebrija y desde entonces ya no pude pegar ojo. No tenía muchas esperanzas de que el tiempo mejorara, pero como en la web de la organización ponían que la carrera no se suspendería por causas metereológicas, decidí tirar "palante". A las 7:30 decido levantarme, me visto y desayuno. Le dije a mi amigo Juanma que problamente haría la carrera en mangas cortas. Iluso de mí. Total que a las 8:15 salgo de casa para Arahal, donde había quedado con Juanma para dejar un coche y tirar para Morón, donde estaba la salida. Llegando a Utrera, me llama preguntando que si no me había rajado, jajaja. Le digo que no y que nos vemos en Arahal. Allí decidimos cambiarnos dentro del coche y dejar ropa de abrigo para poder ponernos algo de ropa seca en la meta y nos vamos para Morón. Durante todo el trayecto no dejaba de pensar en la que estaba cayendo y me imaginaba lo dura que podía resultar la carrera en esas condiciones.

Llegamos a Morón y vemos corredores calentando...¡hay carrera!. Nos vamos a recoger los dorsales, y vemos a algunos corredores con bolsas de plástico de las de tirar la basura puestas a modo de chubasquero. En eso momento decidí que correría con el chubasquero que me regaló MC por Reyes, por que si no lo único que iba a pillar sería un refriado de caballo. Total, que nos volvemos para el coche, nos ponemos los dorsales, y cuando nos vamos para salida, un cuarto de hora antes del inicio, nos cruzamos con un corredor que nos dice que la carrera se ha anulado por el mal tiempo. ¡ A buenas horas!. Era lo más razonable, pero creo que podían haberlo hecho antes, ya que había predicción desde mediados de semana. Nos podíamos haber ahorrado el madrugón, la mojada y los gastos de desplazamianto. Al final, ya que estabamos , decidimos pasarnos por Arahal y recoger en el ayuntamiento la bolsa de regalo que daban al finalizar la carrera. La verdad es que me sentí un poco como cuando te dan algo que no te mereces. La camista de finisher es para quien termina.

Lo que más me gustó fue la gente, que a pesar de la que estaba cayaendo estaba allí preparada para tomar la salida, ya que la mañana estaba cualquier cosa menos para correr 21 Km. ¡Enhorabuena a todos los valientes!. Esperemos que para la próxima haga mejor tiempo. De momento empezar a preparar las caminatas de los findes para los 101 Km de Ronda.

2 comentarios:

  1. Bueno... otra vez será! y ánimo con esos entrenos para Ronda!

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  2. Gracias, como se suele decir nunca llueve a gusto de todos. Ahora que como llueva así en Ronda....aiiiiiiiomaaaaaaaa.

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