lunes, 21 de diciembre de 2009

Crónica de la 31ª edición de la Media Maratón Sevilla-Los Palacios

Este domingo se ha celebrado en Los Palacios una nueva edición de la media maratón internacional Sevilla-Los Palacios, concretamente la nº 31. Ha sido mi segunda participación consecutiva y la primera media maratón en lo que va de "temporada".

La mañana empezó fría, pero fría, fría. A las bajas temperaturas se le sumó el viento, lo que aumentaba la sensación térmica. Yo tenía previsto salir con una camiseta de manga corta. Pero que va, cuando nos salimos del coche y llegamos a los alrededores de la zona de salida, cambié de idea rápidamente. Me puse otra camiseta de manga larga encima y una braga en el cuello.

El pistoletazo de salida se dió tarde. Lo de siempre. Así que pasamos otro poquito más de frió de propina. Una vez dada la salida, poco a poco fuí cogiendo el ritmo. Los primeros kms para ir entrando en calor (nunca mejor dicho). Al contrario que el año pasado, pasando el ecuador de la carrera me encontraba bien, con energías suficientes para llegar al final manteniendo el mismo ritmo. Se formaban numerosos "pelotones" de corredores que hacían "abanicos" (aprovechando el simil ciclista) para trabajar menos y guardar fuerzas.

Así poco a poco, llegué al Km 18. Aquí ya se entra en el pueblo, y uno se cree que la meta está ahí al lado, doblando la esquina. Pero que va. Te meten por una par de calles bastante largas (en una de ellas adelante a Roberto, el presentador del programa "Salud al día" de Canal Sur) y el último km se hace la recta de meta. Y en este punto me acuerdo del año pasado, que me presenté sin entrenar durante un mes por motivos varios, y así me fue. Pero que diferente en esta ocasión. Aún me quedaron fuerzas para esprintar y disfrutar del público que nos animaba a todos los corredores. Al final empleé un tiempo de 1h 39min 31seg, ligeramente algo mejor que ni mejor marca en media maratón. Y eso que es la primera de la temporada, así que esto promete.

Terminando, me quedo con las buenas sensaciones y el haberme quitado una espinita que tenía clavada. El año que viene, si Dios quiere nos vemos otra vez.

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